La comunidad autónoma de Andalucía es parte hoy de una España moderna y democráctica, pero no siempre fue así. Por mucho tiempo, Andalucía ha sido la casa de diferentes civilizaciones que han pasado por el territorio de la Península ibérica. Adempas, Andalucía ha sido la capital y protagonista de estas diferentes culturas.
Hoy por hoy, Andalucía es una de las regiones españolas más destacadas, pero su papel viene del pasado próspero que tuvo.
Unión entre África y Europa, entre árabes y cristianos
En Andalucía está el estrecho de Gibraltar, que es la conexión con África y el mundo árabe. Es por eso que esta región ha estado bajo la influencia del mundo islámico y ha servido de puente entre diversas etnias, países y civilizaciones. Pero la historia andaluza comienza mucho antes, con la Bética romana, que era una provincia dentro de la Hispania romana.
Tras la caída del Imperio romano, la Bética continuó siendo una región importante, bajo el dominio bizantino y visigodo. Los visigodos dominaron toda la península a pesar de que la mayoría de la población era hispana, pero finalmente acabaron derrotados tras la batalla de Guadalete en el año 711.
Poderío islámico
La mayor importancia histórica que ha tenido Andalucía se produjo bajo el dominio islámico de la Península ibérica. Tras Guadalete, se instauró el Califato omeya en gran parte de la península y su capital fue la ciudad de Córdoba, que aún hoy es hogar de todo tipo de construcciones tradicionales árabes.
Por su parte, aquí es donde el nombre de Andalucía tiene origen, debido a que los árabes denominaron a la región ibérica conquistada como Al-Ándalus, que abarcaba casi toda la península. A partir del año 929, se formó el Califato de Córdoba, una entidad independiente de los norafricanos, que tuvo su propia identidad.
La hispanidad
El fin del dominio árabe en la península llegó tras la derrota del residual Reino nazarí de Granada en 1492, lo que marcó el fin del dominio árabe en toda la región. A partir de ese momento, Andalucía se rehispanizó, aunque sus raíces árabes siguen estando muy marcadas.
En Andalucía residieron muchísimos extranjeros por la vocación navegante que tenía la zona, además de haber presentado conflictos con los mudéjares. Todo eso hizo que a lo largo de la Edad Moderna, Andalucía se convirtiera ya en una región consolidada de España y que esta se mantuviera siempre a la vanguardia de los cambios políticos y tecnológicos del país.
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